Las dos caras de una misma moneda


Imagen extraída del blog Mi estrella de mar
Es curioso que a veces no sepamos ser nosotros mismos, no sabemos si es propio de nosotros y, rápidamente, cambiamos nuestros pensamientos, nos auto convencemos de que esa faceta, personal e íntima, que hemos descubierto no es natural, se sale de nuestra media solo porque nos sorprende, porque es extraño ‘viniendo de alguien como yo’ (típica frase que se dice para sentirnos un poco más nosotros, alejándonos de nuestras nuevas emociones). El problema es que sí que somos nosotros, que sí sentimos, y que sí es otra cara de la misma moneda. Esa parte puede mantenerse oculta por más o menos tiempo, pero tarde o temprano sale, y en vez de ‘corregirnos’ escondiendo todo indicio de novedad en nosotros, debemos aprender a convivir con ello. Yo también me he sorprendido conmigo misma, yo también he sentido miedo de no ser suficientemente yo por haber descubierto, en mí, otra forma de ver a las personas; pero el tiempo también me ha sorprendido, y me ha demostrado que sigo siendo yo, a pesar de lo nuevo que sea todo por cuanto estoy pasando. No es que sea extraño, ni diferente; es que tenemos que vivirlo con la tranquilidad con la que vivimos lo que llevamos haciendo desde hace tiempo, porque aunque no lo recordemos, nos sentimos igual de temerosos cuando empezamos a ser por nosotros mismos tiempo atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Siempre es un placer leer vuestros comentarios!